miércoles, 2 de septiembre de 2009

La paz oriental


Comer en el suelo, descalzos, un trozo de carne cruda, podria ser el mas cavernicola de los rituales, sin embargo, en Japon resulta ser de una honorable elegancia. [Y al final de la frase hago una reverencia, que vendria a ser, en un teclado, algo asi como un Enter invertido]. El secreto, lectorsan, esta en cuidar los detalles, en tratar con un mimo, que llega a ser estetico, todo lo tratable.

Despues de una semana en Japon, la experiencia nos deja algunos preceptos a seguir para alcanzar la paz oriental [puesto que como ya descubrio en su dia la madre de Manolito Gafotas, no basta con comprarse unos kimonos en el Prica]:

Precepto 1. Mime a su interlocutor:
Si, ya lo sabiamos, los japoneses no tienen reparos en dar las gracias hasta cuatro veces en 30 segundos, a la vez que dedican una o varias reverencias, piden "por favor", y cuando preguntan por la familia pueden decir con naturalidad: como esta su honorable abuela? [estoy convencida de que incluso el lobo de la caperucita japonesa asi lo hizo]. Pero ver todos esos topicos en accion no deja de ser sorprendente. Y todavia mas cuando se aplican incluso si el interlocutor es un cliente [se que esto despertara la especial admiracion de algunos]. Reproducimos a continuacion el proceso de revision de billetes en cualquiera de los trenes que siempre, siempre, son puntuales:

Entra el revisor en el vagon, se para en la puerta con una sonrisa tan practicada que se diria que es sincera, se dirige a los viajeros con un largo discurso que bien podria ser:

"Estimados viajeros, tengo una pequena maquina que se alimenta gracias al contacto con sus billetes, asi que si no resulta mucha molestia les agradeceria que me permitieran que los pusiera en contacto, solo sera un instante" -si, el idioma es un handycap a la hora de descrifar el manual de preceptos por completo, pero tanto el lenguaje corporal como algunas traducciones nos confirman que estamos ante un ser extremadamente amable-

Al lectorsan puede parecerle una actitud forzada y poco natural, pero no pensara lo mismo cuando entre en un bar de menu y unos modernillos y sonrientes camareros de Nagoya le griten: Bienvenido!! (con la energia de un luchador de sumo). A uno le entra la risa del buen rollo que se crea!!

Hay muchos tipos de camareros, asi que este modo de proceder se adapta en cada caso a la personalidad del sujeto. En Ibusuki, un pueblo al sur del suroeste de Japon (en la isla de Kyushu) uno puede entrar en un restaurante al azar (puesto que le resultara dificil ver el interior de ninguno) y que la senora que le atienda sea el sumum de la elegancia. Un ser armonioso puede transformar estos particulares protocolos en algo bello [y nos volvemos a remitir al termino de "mimo estetico"].

Precepto 2. Mime su entorno.
2.1. Hagase un jardin zen de verdad. No es efecto placebo, uno se siente mejor contemplando uno de estos jardines sentado descalzo en el tatami de un templo en Kioto. Eso si, nunca podra mirar con los mismos ojos a las miniaturas del Natura que tanto servicio hacen en los pisos de Barcelona.

2.2. Mime el modo en que sirve la comida, no importa que sea comida preparada y que se venda en bandejas en una nevera del super, ponga cantidades pequenitas de muchas cosas, en plan pijaditas. Esto permitira ver dudar a una mujer en el tren, palillos en mano: ummmm, me como esto primero o mejor esto otro? No he visto a nadie a quien le pase eso con las socorridas croquetas del Nostrum.

2.3. Descalcese al entrar en casa, eso si, puede ponerse unas zapatillas, pero que no sean las mismas que use para ir al bano -para eso esta el modelo Toilet-









2.4. Aproveche para mostrar respeto poniendose sus mejores galas al visitar un templo. Aunque esto ya se hace para ir a Misa en Espana, aqui las mejores galas son kimonos, sin duda mas estimulantes para la vista que casi cualquier ropa de domingo.

Precepto 3. Mimese tambien a usted mismo:
3.1. No se prive de un bano de agua caliente, ya sea en la banera de casa o en unos banos termales publicos.







3.2. Mime su imagen: ir al ryokan mas sencillo (o pension mas cutre) no tiene porque implicar renunciar a secador + acondicionador.

3.4. No deje de atender sus necesidades culturales presupuestarias: no tenga pudor en pasarse por la seccion de libros o manga de la libreria, o en su defecto del super, y quedarse a leer un rato.

Sin embargo, toda regla tiene sus excepciones y la del mimo estetico no podia ser menos. Estas son algunas:

1. Los colegios.
Vemos uno en Kioto el dia de las elecciones -tambien aqui se vota en los colegios- y se podria utilizar como antitesis del mimo estetico.

2. Los ninos con uniforme:
No es que no les quieran, que no les den besos y les acaricien las coletas, eso si lo hacen, pero hay montones de adolescentes corriendo en uniforme en su epoca de vacaciones. En un caso, ademas, vemos a dos ejemplares volviendo a las 8 de la tarde en un tren haciendo deberes a la velocidad del que se juega la vida en ello, segun nos explico una japonesa angloparlante (excepcion), la razon es que muchos asisten a campus de estudio en verano!

3. Los adultos que eligen su ropa: el mimo de la imagen conduce a menudo a pequenas torturas en forma de tacones imposibles con los que solo un pequeno porcentaje de la poblacion mundial sabe andar gracilmente.







4. Todo lo que rodea a la propaganda electoral:
desde los carteles de politicos con cara de pocos amigos, hasta los microfonos unidos por una especie de celo que sostienen los politicos para responder a la vez a los diversos medios de comunicacion, y sin olvidar la furgoneta que tambien aqui se pasea por las calles de ciudades como Kioto.

5. El karaoke, el neon y las salas de juego, hay "Pachincos" por todo el pais, y, entre el ruido y el humo, son de todo menos zen.

6. Y, como ultimo ejemplo del antimimo -aunque sin dejar de ser estetico, porque lo es-: los colchones de los alojamientos Japanese style de bajo presupuesto son mas finos que los cojines de cualquier sofa gastado por el peso repetidamente soportado de sus duenos.

Hay una estancia de la casa que ilustra perfectamente este contraste -debido al numero de excepciones creo que podemos pasar a hablar de contraste-: uno puede encontrar banos japanese style (asi los llaman), que son poco mas que un agujero en el suelo, y banos que, entre otros millones de opciones, levantan la tapa cuando te detectan al entrar.



Llegados a este punto de sabiduria, es el momento de correr una tupida puerta de papel a cuadros.

[Si has echado de menos la reverencia previa, vas por el buen camino].






P.D.: Mas fotos intentaran ilustrar la experiencia cuando haya mas recursos. Hoy escribimos desde el ordenador de un hotel capsula...




domingo, 15 de febrero de 2009

Barcelona

"Bicicleta busca música en los alrededores de la Catedral"